miércoles, 13 de enero de 2010

La doble moral

El dinero y la infidelidad hacen tambalear al gobierno norirlandés. La “nueva” señora Robinson, esposa del primer ministro del Ulster, se ha visto envuelta en un escándalo por infidelidad a su esposo y por petición de un préstamo de 55.000 euros para su joven amante de 19 años. Un dinero que Iris Robinson no declaró y del que, al parecer, estaba al tanto el primer ministro. Como resultado, se ha desatado una riada de críticas morales contra la esposa y dudas sobre la honestidad de Peter Robinson. Ambos, Iris y Peter, son diputados en el Parlamento de Westmister y en la Asamblea de Belfast.

Después del anuncio de la retirada temporal por parte del Primer Ministro, la oposición baraja la convocatoria de elecciones anticipadas. A su vez, Reino Unido e Irlanda se han puesto en marcha para evitar que naufrague el proceso de paz del Ulster. Este acuerdo contemplaba, en su último trámite, la cesión de competencias en materia de orden público y Justicia. Muchos años de negociaciones al traste por el desliz de un reverendo al contar el secreto de confesión de la señora Robinson.

Al margen de estos acontecimientos, llama la atención la doble moral que maneja la sociedad entorno a aspectos que tienen que ver con la intimidad de las personas. Tanto por parte de los acusadores como de los acusados.
El escándalo de los Robinson ha levantado más expectación porque el matrimonio es defensor confeso del puritanismo presbiteriano. Una de sus máximas es que no hay diferencia entre el comportamiento público y privado. Tus pecados en privado te inhabilitan para la función pública, dicho de boca de los afectados. Además, Iris Robinson es famosa también por sus declaraciones en contra de los homosexuales. Un cóctel explosivo para sus detractores que siempre la han visto como una política intolerante y radical.
Con casos como éste, es el momento de meditar sobre nuestras posturas. ¿Somos capaces de practicar lo que predicamos? Hay que tener mucho cuidado porque se puede volver en nuestra contra en cualquier momento. Si no, preguntemos a la señora Robinson.

2 comentarios:

  1. El caso de Mrs Robinson no es el único pero si es muy particular porque ha utilizado sus influencias para montar el negocio a su amante.

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  2. Ha utlizado sus influencias para beneficiar al amante. Pero casi toda la información audiovisual que he visto del tema se centran bastante más en la doble moral de Mrs Robinson.

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